Me conviene más no interpretarte,
no tratar de entender lo que dice tu mirada,
no leer entre líneas cuando me hablas,
ni buscar explicaciones intrépidas para tu palabras.
Me conviene dejar de imaginarte
cuando estás lejos de mí,
dejar de analizarte cuando te tengo en frente,
dejar de sacar tantas conclusiones
que nunca me llevan a ningún lugar.
Me conviene que desaparezcas,
pero mejor si primero te vas de mi mente,
si te haces a un lado cuando siento
estos intensos deseos de atraparte,
si dejas de sonreír
cuando disfruto tanto que lo hagas.
Sólo quiero no creer que te puedo tener,
estar seguro de que te vas para siempre de mis deseos,
de que cada día que te vea
serás para mí una persona más
y que tu sonrisa dejará de ser ese toque poderoso
que acaba tan fácilmente con mi seguridad.
Me conviene más que dejes de ser tan real
y que me ayudes a NO pensar que tú también
estás enloqueciendo por mí.
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Bien! Me gusta.
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