Hoy me siento tan lejos de ti,
como del mundo estaba mi alma
cuando te tenía cerca cada noche.
darte forma en los ojos de mi fantasía,
que ellos mismos borraron
los colores pálidos
que aún había en la paleta
cuando te pinté
por última vez.
Te alejaste, te fuiste de mis sueños
y de mis deseos reprimidos,
te fuiste como el mundo
cuando la lluvia da su primer respiro
y cada centímetro de tu camino
se convirtió en un segundo
en el que de repente
ya no quería ver tus ojos.
Qué profundo abismo
se abre hoy entre los dos,
es el abismo del silencio
que nunca quisimos guardar,
ese silencio asesino
que no es como el viento
de nuestro momentos
más profundos.
Nuestros pensamientos comunes
hoy están tan callados
como un diluvio sin agua,
el vacío se ha posado
en ese lugar sagrado
donde antes las palabras
eran tan innecesarias
y los presentimientos
tan posibles.
Me siento tan lejos,
que cada vez recuerdo menos
cómo acercarme a tu alma
y mientras más profunda
es la distancia que nos separa,
más poderoso se hace mi temor
de evitar un fin.
Ya no te veo
ni en mis recuerdos ,
pero eso no duele tanto
como ya no quererte ver.
No te escucho, aunque te oiga
y mis sueños están encerrados
en un montón de ruidos difusos
que mi indiferencia se ha inventado
para escapar de ti.
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