Luces azules,
personas vivas en esperas,
en multitudes, en palabras,
en soledades, en preguntas,
en deberes y en pequeñas
oscuridades.
Veo las luces azules
y me aferro al lugar,
me enredo en la luna,
me mezclo con el viento
y mi mirada se humedece
en el agua que cae.
Espero con paciencia
algo que nunca va a llegar,
pero tal vez, más que nada,
espero mis deseos,
y mis recuerdos,
espero ese momento
que quisiera estar viviendo.
Construyo el momento
en mi imaginación
y me desplazo en silencio
por cada imagen que
quisiera fuera real.
Por alguna razón espero,
deseo escuchar una voz,
abrazar un encuentro,
sentir una mirada,
dibujar unas palabras…
Lo sé muy bien…
nada va a suceder,
simplemente me he quedado
porque la noche es encantadora,
fría, silenciosa y azul
y porque esta tranquila espera
le dará otro toque de magia
al próximo encuentro…
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